El pasado fin de semana una treintena de personas se vieron sorprendidas por la nevada en Las Rozas y tuvieron que pasar dos noches en el polideportivo de Navalcarbón. Son los rescatados de Las Rozas.
Esta carta, a la que ha tenido acceso lasrozasesnoticia.es, la escribieron como agradecimiento esas personas y sirve como crónica de lo que pasó durante esas 48 horas:

LOS RESCATADOS DE LAS ROZAS
Este no solo es el nombre de un nuevo grupo de whatsapp, al menos no uno cualquiera.
Todo empezó el día 8 de enero; unas cuantas personas nos encontrábamos en una situación de apuro: a unos pocos nos había dejado tirados el tren, después de estar 6 horas parados, esperando; otros caminaban sin saber muy bien hacia dónde dirigirse en pleno vendaval, otros salían de su turno de trabajo y no tenían cómo llegar a casa…
A todos se nos apareció el Ángel de la Guarda, vestido con uniforme de Policía Municipal o Protección Civil de Las Rozas. Se encargaron de llevarnos a un polideportivo, Navalcarbón, cuyo slogan reza: ‘Las Rozas, somos deporte’. Allí nos esperaba Juan, el concejal de deportes de Las Rozas. Poco después pudimos entender que alguien como él detentara ese cargo. Él cumple las máximas del deportista. A partir de ahí, todo fueron detalles y amabilidad por parte de todos los trabajadores que por allí pasaron, desde señoras de la limpieza hasta el propio Alcalde de la localidad.
Aquella noche, que había comenzado como una situación dramática, pasó a convertirse en una estancia de 48 horas, donde no nos faltó absolutamente de nada y todas las atenciones imaginables fueron puestas a nuestra disposición.
Este hombre, Juan, bien podría ser también concejal de trabajo, o de cualquier otra concejalía debido a su entrega, generosidad y su humanidad. Mientras que tantos “voceros” políticos solo hablan y piden, Juan no habla, HACE. Las dos frases que más le hemos escuchados en esos dos días han sido: “Algo habrá que hacer” y “Ya que estamos aquí…”Y esto lo ha demostrado tanto con sus operarios como con nosotros, sus huéspedes, ya que no se le caen los anillos por ser el primero en limpiar un suelo, coger la pala para quitar nieve o hacer de camarero.
Personas de procedencia y experiencias vitales muy diversas pasábamos entonces a tener algo en común, aquellas dos noches de convivencia, en las que, por cierto, estuvimos siempre acompañados por Juan.
Desde esta sencilla carta, queremos mostrar nuestro máximo agradecimiento a aquellas personas que nos trataron con entrega, empatía, dignidad y sentido del deber. Cualquier localidad se merece tener a personas como este concejal, este alcalde y estos empleados.
Muchas gracias, no os olvidaremos.
Rescatados de Las Rozas.