Marc se describe como un chico tranquilo, alegre y despistado. Pero, eso sí, también como un catálogo de desastres. Unos desastres que acabaron por bautizar su nombre artístico y que le han encaminado a ser una persona multifacética. La sombrerería, la fotografía y la música son los pilares de nuestro invitado de hoy. Este próximo domingo tocará en la sala Rockville en Madrid a las 19:30.
¿Cómo surge la idea del nombre, Marc Wile?
El nombre viene de un personaje que aparece en la serie del ´Correcaminos´, Wile el Coyote. Se lo robé porque le sale todo mal en la vida. El disco gira también entorno al fracaso, a la importancia que tiene reírnos de lo que nos salga mal, y punto. Ese es el espíritu que quiero transmitir. Todo salió en la cuarentena, una amiga me dijo que era un perdedor, saliendo de ahí la coña.
Hablando de la cuarentena, hemos sabido que durante esta estuviste dando clases de canto.
Sí, durante la cuarentena estuve dando clases de canto con una amiga mía que es profesora. Cuando cantaba me hacía daño al rasgar la voz y necesitaba una solución. Comencé con unas pocas clases y finalmente me apunté a una escuela. Me ayudó bastante. En el disco podemos ver ese proceso de aprendizaje de voz. Hay canciones en las que se nota más ese rasgueo y otras en las que ya se nota el trabajo en mi voz.
Hemos averiguado que tus andaduras en la música comenzaron en el ´Rock Camp´. Cuéntenos un poco sus primeros pasos en el mundo de la música.
Sí, todo comenzó en los campamentos ´Rock Camp´ una versión de la conocida película ´Camp Rock´ de Disney. Allí comenzaron a surgir nuevos grupos a los que me unía, hacíamos canciones, pero muchas veces no estaba del todo en acuerdo con cómo sonaba una canción. O pensaba: “esto lo haría así”. Por ello decidí comenzar mi proyecto.
También tocas la guitarra, pero hemos oído que no alardeas mucho sobre esa faceta tuya. ¿Por qué?
Cuando toco en un concierto, la gente dice que toco genial. Siempre intento hacer florituras, no me quedo en rasgueos de cuerda y ya. Intento currármelo, pero no me considero un súper guitarrista. Los ´compis´ de mí misma edad que tocan la guitarra, me dan mil vueltas. Por eso no me considero un súper interprete.
Además de cantar también tienes otro hobby, háblanos sobre él.
Me encanta la sombrerería. Surgió como quien está ilustrando. Quería plasmar algo y lo conseguí a través de los sombreros. Me gusta mucho la capacidad que te da para experimentar. Tienes muchos juegos, puedes pintarlos, rajarlos, personalizarlos, hasta el final. Es una forma que tengo de desestresarme. Ya he conseguido vender alguna de mis creaciones.
La fotografía es otra de tus grandes pasiones, ¿no?
Mi objetivo primordial más allá de la música es abrir un estudio de fotografía. Es verdaderamente lo que me gusta. Antes de la COVID-19, tenía una especie de local donde hacía todo tipo de fotografías, pero la pandemia nos hizo cerrar. Ahora tengo un nuevo local donde en un futuro espero tener el estudio de fotografía y poder retomarlo.
Cuando vemos los EP o álbumes no nos damos cuenta del trabajo que hay detrás de estos. ¿Qué es lo más difícil en el proceso de creación de estos?
Es complicado porque tienes que hacer un filtro. Tienes que elegir qué canción se queda dentro y cuál tiene que quedarse fuera. Yo los comparo con los amores de la juventud, esa novia del pasado que pensabas que sería la única. Con las canciones pasa lo mismo, las idealizas. Piensas que la última será la mejor y que es la que más futuro va a tener, hasta que compones otra canción.
Tienes una visión viciada en cuanto al disco. Necesitas de una persona externa para que te ayude. Ese es un proceso doloroso. Meterte a grabar en un estudio con un productor y que te diga: “esta, bien; esta, fuera”, transformando las canciones completamente. Ninguna es igual en comparación de cuando la compuse al momento en que escucho la versión final. Es complicado porque también tienes que aprender a saber a decir que sí y que no. Las posibilidades se vuelven infinitas a la hora de crear un EP o un álbum.
De todas las canciones que encontremos en “Nexos”, ¿cuál es tu favorita?
“Supernova”, es la que más me gusta. Es la más sentida, es a la que más ganas la puse. La compuse para el cumpleaños de una amiga y habla sobre ella. Otras canciones del disco contienen tantos sentimientos y no tienen son tan especiales para mí.
Si pudieras elegir un lugar para hacer un concierto, ¿cuál elegirías?
Me encantaría poder tocar en un festival, eso es lo que más me gustaría. Nota que hay un reconcomiendo de tu trabajo. Es el momento en el que notas que tienes un buen directo, que tienes el nivel para tocar en el festival Además, te da la oportunidad de coincidir con otras bandas o artistas. Me encantaría poder tocar en el jardín botánico de Madrid.
Ha dicho “compartir escenario con otras bandas o artistas”, ¿con quién le gustaría compartir escenario?
Me encantaría compartir escenario con Santero y Los Muchachos, Los Fesser, M-Clan, Fito o Lucas Colman.
Todos tenemos algún ídolo, ¿quién es su ídolo a nivel musical?
Conecto mucho con el blues. Artistas como Tyler Bryant and the Shakedown, Larkin Poe, Howlin´Wolf o Reingwolf, hacen que conecte con la música.
Hablando de ídolos, ya habrá comenzado a tener fans, ¿tiene alguna anécdota que contarnos?
(Se ríe) Fans nacidos como tal de la música aún no, pero en el campamento (´Rock Camp´) hay muchos adolescentes y al final un campamento se convierte en una burbuja a nivel social y nos acaban admirando, son muy de “mi ´profe´ tiene un concierto, pues vamos”. En Vallecas, vinieron a verme unos chicos del campamento. Hicieron acampada y todo. Aparecieron en el camerino y desprendían esa esencia de como si fuésemos personas famosas.
Siguiendo con los conciertos, ¿qué siente cuando se sube a un escenario?
Mola mucho. Hay veces que ves al público y otras en las que no, pero sientes que es una relación bilateral en cierto sentido. Tu proyectas la música y ellos lo hacen mágico. Te entregan su energía, cantan, aplauden y es muy guay. Al final es importante la energía del público. De hecho, puedes estar en un restaurante súper top y tocar delante de toda esa gente que no sabían que había concierto y no disfrutar nada. A veces tocar delante de tres personas implicadas es mucho más bonito que estar delante de mil que no están al concierto.
¿Cuándo será el próximo concierto de Marc Wile?
Este domingo, en la sala Rockville de Madrid a las 19:30. Será el último concierto en mucho tiempo aquí en Madrid. En el concierto además de ´Nexos´, presentaremos nuevas canciones que sonaran por primera vez. No paro de componer y no me tiempo para presentar físicamente todo, por ello en cada concierto suelen aparecer nuevas creaciones.
Muchas gracias por tu tiempo, Marc. Antes de acabar, ¿qué plan le recomendarías a alguien que visita las Rozas?
Aquí, en las Rozas, hay una fábrica de cervezas, se llama ´Cervezas La Virgen´. Me gusta mucho porque es la típica fabricade cerveza, pero con foods trucks. Puedes ir a tomar algo y probar distintos tipos de cerveza.
Fotografía de portada: Marc Wile (Instagram)