Hablamos con Rosa Smitter, alumna del Instituto ‘El Burgo de Las Rozas‘, quién ha podido disfrutar de un viaje a Silicon Valley gracias a su participación en el reto educativo The Challenge, concurso que logró ganar con un proyecto conjunto con sus compañeros. Allí, han disfrutado durante dos semanas de diversas actividades gracias al reto impulsado por EduCaixa, junto a otros alumnos de diferentes colegios, quienes también ganaron el reto con otros proyectos. El proyecto presentado por El Burgo y sus alumnos fue ‘Música y salud mental’, una aplicación que relaciona la música que escuchamos con la salud mental, proyecto del que nos ha hablado Rosa, además de su viaje a Silicon Valley, que lo describe como increíble e inolvidable.
EL PROYECTO
¿Por qué decidisteis llevar a cabo el proyecto ‘Música y salud mental’?
Porque, a raíz de la pandemia, hablamos en muchas clases de la salud mental y de la poca importancia que se le daba. Entonces, el proyecto surgió a finales de diciembre, cuando Spotify mandaba las estadísticas de todo el año. Ahí pensamos en la existencia de una relación entre la salud mental y la música, y surgió a partir así; por la poca importancia que se le da a la salud mental y la relación con la música de Spotify.
¿Creéis que la salud mental es un tema relevante en la sociedad española en este momento y que debemos actuar en su defensa?
Totalmente, además es algo a lo que no se le da nada de importancia. Asimismo, algo que queríamos tratar también es que es un tema tabú. Cuando una persona habla sobre sus problemas de ansiedad, depresión, o trastornos alimenticios, es un mundo y es bastante raro que la gente se abra ante esas situaciones.
¿Pensáis que desde las instituciones públicas se defiende el apoyo a la salud mental en nuestra sociedad?
Yo creo que cada vez se está viendo un poco más el apoyo, pero todavía queda mucho por hacer. Por ejemplo, en los institutos no se habla sobre ello y no nos ayudan a gestionar el estrés y la ansiedad. Además, también es muy poco profesional la disposición de la gente para tratar estos temas, que eso también creemos que es un problema.
¿Es la música por tanto un indicador de problemas mentales? ¿Cuáles han sido los principales resultados de vuestro proyecto?
Sí, totalmente. Primero iniciamos una encuesta y vimos que, evidentemente, dependiendo del estado de ánimo, la gente cambia sus reproducciones. Cuando visitamos el Campus de Barcelona nos dimos cuenta que cada persona es un mundo, por ejemplo, a lo mejor yo puedo estar escuchando reguetón y luego cuando estoy más triste música en inglés. Sin embargo, hay otras personas a las que les ocurre al revés. La detección se nota cuando se produce el cambio de género o estilo. Por ello, en este Campus nos dimos cuenta de que con la inteligencia artificial es súper fácil de llevar a cabo el proyecto, porque con la base de datos, una beta y un cambio, hay un indicador de que puede estar pasando algo, o quizás no, pero ya el hecho de que te manden una alarma es muy significativo.
¿Creéis que esta herramienta, diseñada por vosotros, se podría extender a nivel nacional para la detección de casos como la ansiedad o la depresión?
Claro. Nosotros contactamos con Spotify para ver si se podía llevar a cabo, y nos dijeron que por supuesto. De hecho, nos ofrecieron su ayuda para ello. Yo creo que sí que se puede llevar a cabo porque realmente es un algoritmo el encargado de detectar el cambio. Después, lo que es la ayuda psicológica debería formarse con profesionales, un poco más orientado, pero la herramienta principal yo creo que sí se podría llevar a cabo.
VIAJE A SILICON VALLEY
¿Cómo ha sido vuestro viaje a Silicon Valley? Es decir, ¿cómo describiríais esta experiencia?
Increíble e inolvidable. Han sido dos semanas muy intensas, pero maravillosas. Hemos aprendido un montón, hemos visto cosas de Estados Unidos, hemos conocido a gente maravillosa; ha sido una experiencia de la que no queríamos regresar. Además, nos acompañó nuestra tutora Marta, que es maravillosa, y ella también acudió a formaciones, porque también había formaciones para los profesores. En estas, distintos docentes de diferentes lugares ponían ideas en común. Ha sido una experiencia muy bonita.
¿Qué herramientas o conocimientos os ha aportado dicho viaje en cuanto al desarrollo de vuestro proyecto?
Más que nada, nos ha aportado el poder conocer otros proyectos que también estaban orientados a la salud mental, y cómo los han llevado a cabo desde otros centros. Pero, más que al proyecto en sí, yo creo que nos ha aportado mucho profesionalmente. Hemos conocido a gente que ha estado en Standford, Harvard o Berkeley, y que estos nos cuenten su experiencia, ha sido estupendo. También hemos podido conocer a gente que trabaja en Google, por ejemplo. Y, ¿cuándo voy a tener yo acceso a una persona que trabaja en Google? Nunca, salvo en esta oportunidad. Hemos tenido muchos profesionales a nuestra disposición, ante cualquier cosa nos decían que podíamos preguntar lo necesario, nos ayudaban, era muy ameno todo.
¿Habéis compartido ideas y conocimientos sobre los proyectos con el resto de los alumnos presentes en el viaje?
Pues sí. La verdad es que había alumnos de toda España, y todos ellos tenían proyectos orientados a diferentes cosas, pero vas cogiendo ideas de otros proyectos, implementas ciertos aspectos del tuyo… Es decir, al final nos ayudábamos los unos a los otros, y poníamos las cosas en común. La gente te escucha y también se pone a pensar contigo, y de ello, sacábamos grandes ideas.
Os ha acompañado el youtuber Miquel Montoro, ¿cómo habéis vivido esta experiencia junto a él? ¿le conocíais previamente por las redes sociales?
Yo concretamente no le conocía de nada, aunque muchos de mis compañeros sí. Yo sabía porqué era famoso, y me metí en sus redes sociales para conocerle un poco antes de ir. Una vez allí, él nos estuvo comentando su proyecto y demás, donde le conocimos más. Además, hay que destacar que él es muy gracioso y súper tranquilo, y la verdad que estuvimos muy bien con él. Estaba siempre con nosotros como uno más, fue muy cercano en el trato.
Por último, ¿qué consejo daríais a los futuros alumnos que quieran participar en retos como The Challenge?
Pues básicamente que tengan curiosidad, y que con ganas a todo se llega. Es cierto que hay que trabajar, pero luego todo trabajo tiene su recompensa. Así que, de verdad, merece muchísimo la pena. Ya no solo por la experiencia, sino por el hecho de hacer el proyecto, pensar en algo que pueda ayudar a la comunidad, y las herramientas que se te dan para futuros proyectos que hagas. Yo se lo recomiendo totalmente a todos los alumnos que puedan hacerlo.