Es fácil que después la perentoria impresión causada a través de los medios de comunicación en el ciudadano, a tenor de una guerra que ha cruzado las fronteras de Europa y, causada por un lunático tildado por psiquiatras de psicópata; nos dejemos llevar y releguemos a un segundo plano la situación de 4,2 millones de personas (por el momento) que han sido forzadas a convertirse en refugiados.
Por eso, iniciativas como la nueva Guía de Recursos Municipales para refugiados ucranianos del Ayuntamiento de Las Rozas, es interesante y necesaria. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado incide en la necesidad de integrar social y laboralmente a estas personas y, por eso, el Consistorio avanza de forma pionera en esa integración, con medidas como la activación de 8 aulas de aprendizaje de español para los ciudadanos ucranianos, cuyas lecciones les facilitarán oportunidades, sobre todo a nivel laboral.
Como si habláramos de la pirámide de Maslow, una vez que tienen la oportunidad de dormir bajo un techo y tener acceso a comida, aparte de poder entenderse con sus congéneres roceños, entran en funcionamiento otras 20 acertadas medidas puestas en marcha por 6 áreas diferentes de nuestro Ayuntamiento.
Pocas situaciones hay tan traumáticas como abandonar a tu familia, tu hogar, tu vida y tu libertad. Por ello, el servicio de atención psicológica especializado 010, está funcionando desde los primeros días de la crisis humanitaria. Los talleres, las convivencias, los deportes y los espectáculos son un paso más, una vez cubiertas las necesidades básicas.
El área de Empleo, un esfuerzo primordial en favor de los refugiados
Pero para poder alcanzar la integración completa, el Ayuntamiento trabaja para conectar a los refugiados con empleadores del municipio, ofreciendo además, algo fundamental, que es el asesoramiento personalizado.
Este sería de los últimos pasos para lograr que personas que lo han perdido todo puedan reiniciar una nueva vida. Mientras tanto, la ola de solidaridad de los roceños no cesa y ya se han recogido cerca de 150 toneladas de comida, ropa y material, para aquellos que todavía no han logrado llegar a países donde puedan ser realojados, readmitidos y devolverlos así su libertad.
La solidaridad es necesaria siempre, por eso, en la medida de nuestras posibilidades no debemos cerrar los ojos y, como hasta ahora, seguir participando en propuestas como el gran festival solidario que se celebrará en el Recinto Ferial de Las Rozas el 7 de mayo. La unión entre instituciones, empresas, asociaciones, clubes, colectivos y vecinos, hace de Las Rozas una ciudad muy especial, que responde cuando suenan las llamadas más negras de nuestra líquida actualidad.