La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Las Rozas ha llevado a cabo una iniciativa medioambiental que consiste en la instalación de tres hoteles para insectos en la Dehesa de Navalcarbón. El objetivo es fomentar el equilibrio biológico del municipio mediante la instalación de distintas especies para controlar las plagas de otros insectos.
Los hoteles instalados en diferentes puntos de Navalcarbón serán habitados fundamentalmente por abejas y avispas solitarias no peligrosas, así como crisopas o mariquitas, entre otras especies. Y entre sus funciones están las de contribuir a la polinización y el control de plagas. Pero, también, contribuyen al enriquecimiento del ecosistema de la zona y a su biodiversidad.
Por otro lado, estos hoteles serán ideales para organizar visitas y actividades formativas para las Ecoescuelas en base a la educación medioambiental. En este sentido, el municipio cuenta con un total de 28 Ecoecuelas destinadas a impulsar la sostenibilidad desde las aulas. Actualmente, Las Rozas es el municipio de España con la red más amplia de estos centros.
Entorno natural privilegiado
Estos insectos son los responsables de la polinización del 84% de los cultivos y del 80% de las flores silvestres en nuestro continente, además de actuar en muchos casos como controladores de plagas de otras especies, como pueden ser las orugas o los pulgones.
Según ha explicado el alcalde del municipio, José de la Uz, “Las Rozas cuenta con un entorno natural privilegiado, con cerca de un 50% de su superficie protegida medioambientalmente. Somos conscientes de la necesidad de proteger y conservar esta riqueza, y, desde la concejalía de Medio Ambiente, seguiremos poniendo en práctica soluciones innovadoras y sostenibles para conseguirlo”.
En este sentido, dichos hoteles consisten en unas pequeñas estructuras de madera elevadas sobre el terreno con diferentes zonas diseñadas específicamente para la instalación de estas especies. Además, cuentan con pequeños depósitos de agua y cerramientos en los que se han plantado gran diversidad de plantas autóctonas, que podrán aportar néctar y polen a los diferentes insectos.
Además, las plantas se han elegido teniendo en cuenta su fenología para conseguir que estos cerramientos cuenten con flores durante el mayor tiempo posible a lo largo del año.
Protección para los pinos
Además de la contribución al control de plagas, estas instalaciones cuentan con trampas cebo para escolítidos. Se trata de unos escarabajos de unos cuatro milímetros de tamaño que perforan la madera de los pinos y cuyas larvas se alimentan de los tejidos que transportan los alimentos por el árbol.
Como resultado, en ocasiones los vasos conductores de savia quedan interrumpidos y eso puede llevar a la muerte al pino. Estas trampas cebo, son una técnica natural de control de plagas que se basa en el apilamiento de troncos frescos de pino en los que mediante feromonas o kairomonas son atraídos evitando atacar los árboles de la Dehesa.