Hablamos con Patricia García Cruz, portavoz de Unidas por Las Rozas. Al igual que con el resto de portavoces de la oposición, hacemos un repaso global sobre la actualidad del municipio y la concejal nos muestra, entre otros temas, su preocupación por el precio de la vivienda y la necesidad de crear vivienda pública y ayudas estables en la localidad.
¿Es Las Rozas una gran ciudad para vivir?
Desde luego que lo es. Yo tengo aquí un arraigo personal y familiar, pero creo que para cualquier otra persona es un municipio que tiene muchos atractivos.
¿Qué es lo que más te gusta de este municipio?
Por supuesto la naturaleza, pero también el importante patrimonio histórico. Hay muchas cosas que visitar, tenemos cercanía con Madrid, un buen clima y no tiene una presión de densidad de población tan importante como pueda tener una ciudad como Madrid.
¿Y lo que menos?
Lo que menos me gusta de Las Rozas es el precio de la vivienda. Hay gente que ha vivido aquí siempre, gente joven que se siente expulsada de su municipio porque no pueden pagar una casa o un alquiler. O gente que no pueda venir a vivir aquí porque no lo pueda contemplar como opción porque los precios son imposibles.
¿En esa línea que propuestas se han llevado a cabo desde Unidas Las Rozas?
En este aspecto hemos influido mucho y hemos hecho muchas propuestas, no solo esta legislatura, sino también la anterior, y todas encaminadas a las medidas que, como Administración, se pueden tomar para facilitar el acceso a las viviendas.
Por ejemplo, creemos que sería importante contar con un programa estable de ayudas al pago de los alquileres. Con estable quiero decir periódico, anual, con un presupuesto determinado, y que fuese dirigido a las capas sociales que más problemas puedan tener en este sentido, como desempleados, gente joven o pensionistas, y con esto no contamos. Tampoco se ha desarrollado ninguna promoción de vivienda pública en los 25 años de Gobierno del Partido Popular.
En un municipio con un presupuesto tan alto como éste, 135 millones de euros el último que se aprobó, se podría destinar una parte de este dinero a construir viviendas públicas, también dirigida a estos sectores y capas sociales, porque son los más vulnerables o tienen más problemas, para que se pudieran quedar a vivir en nuestro municipio, por ejemplo, la gente joven.
Cuando hablabas de ayudas a la vivienda, remarcabas la palabra estable. ¿Las ayudas que se acaban de aprobar no lo son?
Se acaban de aprobar unas ayudas, pero son unas ayudas puntuales. Estas ayudas estaban además presupuestadas ya para el año pasado, pero el Gobierno municipal decidió no ejecutar esa partida. Eso debería haber sido una prioridad y más en este período de pandemia donde se viven muchas dificultades económicas, y ha sido ahora cuando efectivamente se ha decidido ejecutar la partida. No es un programa estable que hayamos tenido anualmente, ni siquiera sabemos si el año que viene el gobierno municipal tendrá intención de ejecutar una partida como esta.
¿Podemos decir que si fueras alcaldesa la primera medida iría en esa línea, en las ayudas a la vivienda?
Desde luego sería una de las prioridades. Es uno de los principales problemas que tiene la gente en general, y en Las Rozas en particular. Desde las administraciones públicas se pueden tomar medidas en esta línea.
¿Qué otras medidas?
Nosotros tenemos muchas discrepancias con el modelo de gestión del Gobierno municipal. Por ejemplo, nos parecería importante abordar toda la problemática que tiene que ver con los servicios que el Ayuntamiento tiene privatizados y que generan distintos tipos de problemas que creemos que hay que abordar.
Ahora mismo la Concejalía de Deportes, que tenía más de la mitad de la plantilla de monitores deportivos que son los que dan servicio en los polideportivos y garantizan las actividades municipales, están privatizados a través de una empresa cuyo contrato venció justo cuando empezó el confinamiento.
Ese contrato no se prorrogó y hemos perdido a toda esa plantilla y, por el camino, el gobierno no ha sido capaz de sacar todavía un nuevo contrato de servicios que permita retomar esas actividades.
Este problema de privatización de servicios no lo tenemos solo en esta concejalía, también existe en otras áreas, y creemos que eso genera problemas de gestión, genera problemas de precariedad laboral y sería algo que nosotros consideramos prioritario ir abordando.
Es algo similar a lo que ocurría con Cultura, a lo que se le ha dado una solución a través de esta fórmula de fundación municipal.
¿Consideras que Las Rozas es una ciudad segura?
Sí, Las Rozas es una ciudad segura y las estadísticas así lo demuestran. No creemos que esto sea una preocupación ciudadana, pese a que el gobierno municipal a esto le da mucha importancia y han llenado Las Rozas de cámaras.
Si hablamos de seguridad sería interesante reforzar el seguimiento y el acompañamiento a víctimas de violencia de género, que sí que hay en Las Rozas. Hay mujeres que están en esa situación y habría que poner más el foco en ese tipo de cosas.
También se ha puesto mucho el foco, sobre todo a raíz de la pandemia, en el tema de los botellones.
Es algo que todos hemos percibido, que durante la pandemia, y sobre todo con las restricciones de horarios y el cierre de los locales nocturnos, es un fenómeno que se ha reproducido. Pero entiendo que eso es algo temporal.
Hablemos sobre transporte. ¿Cómo se podría mejorar la red actual?
En Las Rozas el transporte es uno de los problemas que perciben los vecinos, porque al final somos una ciudad en la que una parte importante de la población tiene que salir fuera para trabajar a diario.
Tenemos un problema de comunicación vía transporte público con Madrid y también interna entre los distintos barrios, porque tampoco está suficientemente bien comunicado el municipio.
Los que vivimos aquí sabemos que hay un problema con las frecuencias, que hay barrios que tienen grandes deficiencias, como Las Matas, que lleva 40 años con una sola línea de autobuses. Existen zonas que no están cubiertas con transporte público y faltarían líneas internas y también refuerzo de las que ya tenemos, haciendo más presión al Consorcio Regional de Transportes.
Sin embargo, tenemos tres estaciones de Cercanías…
Sí, pero hay un problema de interconexión entre las distintas modalidades de transporte por la configuración que tiene Las Rozas. Es difícil desde tu casa llegar a la estación de tren porque no tienes un autobús que te conecte con eso. Se podría apostar por líneas de carril bici bien ejecutadas y que supongan una alternativa al coche.
Hay mucho trabajo que hacer desde el propio municipio. Una de las propuestas que hemos hecho esta legislatura en la empresa municipal fue proponer la redacción de un plan de movilidad urbana sostenible, que de alguna manera es un estudio que va a abordar todas las posibilidades de transporte y alternativas al coche.
¿Se va a tener en cuenta ese plan de movilidad urbana en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana?
Eso esperamos, nosotros lo vamos a exigir, porque muchos de los problemas que tenemos son de movilidad peatonal, de atascos y de esa falta de carriles bici que de verdad sean funcionales y conecten puntos estratégicos de la ciudad. Son cosas que se pueden y se deben abordar a través del PGOU.
En Las Rozas sí que hay carriles bici pero sin coherencia ni el mantenimiento adecuado, son muy deficientes. En el de Las Matas, por ejemplo, vas circulando y te encuentras una farola, una papelera… son impracticables.
Cuando te he preguntado qué es lo que más te gusta del municipio lo primero que has señalado es la naturaleza y el medio ambiente, que es uno de los motivos por los que la gente viene a vivir a Las Rozas. También ha sido un foco de polémica, por ejemplo con la Finca de la Talaverona, con la Kodak…
Respecto a la finca de Kodak, sobre todo tuvimos mucha actividad la legislatura pasada, porque es cuando se aprobó la modificación puntual, con la que no estuvimos de acuerdo para hacer urbanizable ese espacio. Generó mucha alarma social y muchísimas quejas de los vecinos de la zona que utilizaban ese espacio como área de recreo, y de alguna manera, era un pulmón natural de ese barrio. Nosotros, los vecinos y otras organizaciones hicimos toda la presión que pudimos para que no se llevara a cabo, pero el proyecto ya está en marcha y esa finca ya se está urbanizando.
Lo que estamos haciendo es un seguimiento para tratar de se cumpla con todos los condicionantes que establece la ley, porque es un proyecto de urbanización que va a afectar a una zona de alto valor ecológico. Me refiero a las compensaciones que tienen que hacer con el arbolado que vayan a trasplantar, que no se tale…
Respecto a La Talaverona, es un proyecto que generó mucha alarma social en su momento. Siendo un proyecto que se desarrollaba en una zona tan sensible, el gobierno no lo ha manejado suficientemente bien y no han dado suficiente información pública.
En eso se ha fallado, e incluso, hacia los grupos. Una parte del proyecto pasó por alguna comisión informativa, pero tampoco el proyecto en su conjunto. Ni siquiera los grupos municipales durante el proceso teníamos muy claro qué se estaba haciendo.
Llevamos años defendiendo que se desarrollen huertos urbanos en Las Rozas, pero nuestro modelo no es el de La Talaverona. Lo que hemos propuesto sería un concepto más de huerto urbano en esencia, en zonas verdaderamente urbanas: en el centro, en Las Matas, en diferentes barrios.
Habrá que ver cuando se ponga en marcha si es interesante o no, porque todavía no lo podemos valorar.
Otro tema que valora mucho la gente cuando viene a vivir a Las Rozas es el tema de la limpieza.
Con el ‘macro contrato’ de la limpieza ha habido muchos problemas desde hace muchos años. Nosotros no compartimos la privatización de la recogida de residuos, pero mucho menos englobado en un contrato mucho mayor, que no solamente es recogida de residuos, también es de puntos limpios, mantenimiento de zonas verdes, y vía pública.
Nos parece un tipo de contrato que luego es muy difícil de hacer un seguimiento de cumplimiento y que genera todo tipo de problemas.
El último y más grave, por ejemplo, fue durante la nevada de Filomena. La adjudicataria de ese contrato era la responsable, no solamente de la retirada de residuos durante la crisis que hubo, sino también de la limpieza de las calles. Lo que hizo esa contrata fue directamente abandonar el servicio. Al ayuntamiento le costó 400.000€ contratar ese servicio. Por otro lado, ahora se ha abierto un expediente sancionador y, en el mejor de los casos, van a pagar 100.000€. Con lo cual, nosotros creemos que este modelo va en contra de los intereses de los vecinos, y es muy difícil presentar un buen servicio a través de contratos de este tipo.
Y de cara a la gestión de residuos, otro problema que genera el tener contratado el servicio es que es muy difícil que tú puedas tener una política de gestión de residuos. Creemos que con los residuos hay que hacer algo más que recoger bien o mal la basura, incluso aunque la recojan bien. Hay que hacer alguna política que vaya más allá y marcarse una serie de objetivos medioambientales.
Por ejemplo, en el 2024 la estrategia de residuos de la Comunidad de Madrid obliga a tener implantada la recogida de orgánicos en todos los municipios de la Comunidad. Y como no lo han metido en el contrato, es muy difícil que puedan implantar esa recogida del quinto contenedor. Es el problema de tener privatizados los servicios.
¿Qué opinión tienes sobre la oferta cultural y deportiva de Las Rozas?
En cuanto al deporte, me remito a lo que te he dicho antes. Al final la trastienda de lo que pasa en la ciudad del deporte es el problema que hay con la privatización del personal, nos parece que eso no permite dar un buen servicio, y que a eso habría que darle una vuelta, porque al final puede generar problemas como los que tenemos ahora.
Los polideportivos, después de que ya se hayan levantado todas las restricciones, no están prestando todas las actividades que prestaban antes de la pandemia, porque es que no tenemos personal y el personal nos lo tiene que poner una empresa que va a través de concurso y que todavía no se ha conseguido adjudicar.
Respecto a la oferta había que incidir más en las escuelas municipales y delegar menos en los clubes la oferta deportiva.
Respecto a cultura, creo que el problema más importante que había era la gestión, que también afecta un poco a la prestación del servicio. En cultura lo que pasaba y que está en vías de solucionarse, es que estaba en manos de cuatro empresas privadas que son las que llevan ese área en todos sus aspectos.
El poder recuperar y rescatar esos servicios y al personal, que va a ser subrogado a través de una fundación, que no deja de ser un ente de gestión pública, va a permitir prestar un mejor servicio y también tener más margen para hacer un poco lo que se quiera en ese área sin depender de esos pliegos de condiciones de los contratos.
Y si nos centramos más en la programación cultural que en la propia gestión, ¿qué opinión te merece?
Ahí incidiría en que nos gustaría, por ejemplo, que la política de precios públicos contemplase unos precios con criterios sociales, no solamente en este área sino también en otras, que no lo hay. Se podrían hacer más accesibles las actividades culturales a toda población si, por ejemplo, hubiese precios especiales para personas con rentas bajas o jubilados, porque ahora mismo es un precio único para todos.
Otro sector que lo pasa mal es el comercio local, y más aún tras la pandemia. ¿Qué medidas se podrían tomar para apoyarles?
Precisamente llevamos una propuesta al pleno para que se desarrollase un plan de dinamización del comercio local desde el propio Ayuntamiento. Es decir, para que se articulasen una serie de medidas, las que se pueden desde una administración municipal, de apoyo al comercio local, porque nosotros creemos que es algo que hay que proteger.
Forman parte de la esencia de nuestro municipio, hay muchos comercios que llevan aquí toda la vida y no nos gustaría que desaparecieran.
En ese plan se plantea una batería de medidas bastante amplia pero, por ejemplo, sería buena idea el que se estableciese un órgano de coordinación entre el comercio local o las asociaciones y el propio Ayuntamiento, donde se pudiesen poner encima de la mesa los problemas que tuvieran. Incluso ayudas económicas o la generación de una marca de comercio local de Las Rozas, como han hecho municipios como Torrelodones, a modo de distinción.
También estudiar los itinerarios peatonales para llegar a los distintos centros donde están más agrupados los comercios locales, para ver si hay barreras arquitectónicas que se pudieran solucionar. Abordar un plan con los comerciantes y las asociaciones de comerciantes para ver cómo desde la Administración se les puede apoyar.
Iniciativas que se están tomando, como por ejemplo en Las Rozas Innova, son apoyos a la digitalización con los sherpas o una aplicación de móvil.
A mí me parece una iniciativa interesante y, de hecho, dentro de las cosas que hace Innova, a nosotros nos gustan especialmente las que están pegadas al terreno y las que conectan directamente un poco con lo local. Y este sería un proyecto ejemplo de eso.
Ya se hizo un proyecto piloto que tuvo bastante buena acogida, e incluso hubo algunos comercios que se quisieron apuntar y no pudieron, y ahora va a haber una segunda fase de este proyecto ampliando a más comercios de Las Rozas. A nosotros nos parece interesante todo lo que se puede hacer para ayudar al comercio local desde la Administración.
Hablemos de política local. Actualmente Unidas por Las Rozas cuenta con un solo concejal en la corporación municipal,. ¿Es complicado trabajar en esas condiciones?
Sí, es complicado porque es mucho trabajo. Pero estos son los resultados que sacamos y vamos a intentar trabajar por mejorarlos para las siguiente legislatura.
¿Cuál es el objetivo que os habéis marcado para las próximas elecciones?
De cara a las próximas elecciones nos gustaría conformar una candidatura lo más amplia posible, de izquierdas, no dividirnos y centrarnos en defender las causas sociales en el municipio.
No tendría por qué ser difícil ponernos de acuerdo en eso. Es el tipo de candidatura que pensamos que podría conseguir el mejor resultado posible.
Además, podríamos incluir a más partidos que en las últimas elecciones municipales concurrimos de forma separada, como Más Madrid.
EL LADO MÁS PERSONAL DE PATRICIA GARCÍA CRUZ
¿Qué lugar elegirías para pasear por Las Rozas?
Muchos. Como estoy muy vinculada a Las Matas y he vivido allí muchos años, me gusta mucho El Garzo.
¿Dónde desayunar, dónde comer de menú y dónde tomar unas cañas en Las Rozas?
Si hace buen tiempo desayunar en la Plaza de España, en cualquier terraza. Comer de menú, en El Jamoncito, El Lago o La Cuba. Y cañas, por ejemplo, en La Virgen.
¿Dónde te gusta ir de vacaciones?
Si es verano a la playa. España tiene muchas zonas de costa estupendas en el sur o en Alicante. Y si es invierno, al norte.
¿Eres más de series o de películas? ¿Alguna recomendación?
Últimamente soy más de series. Me gustan sobre todo las series de tipo documental basadas en hechos reales. Por ejemplo, la última que he visto y me ha gustado mucho, es The Staircase, en HBO. Muy interesante.
Si no fuera a la política, ¿a qué te gustaría dedicarte?
Yo estoy en la política temporalmente. Estudié Biología y he trabajado en el campo del Medio Ambiente antes de dedicarme de manera plena a la política. Por tanto, todo lo que tenga que ver con la conservación medioambiental y la sostenibilidad, es mi campo de trabajo y al que, además, llegué en su momento por vocación.