Desde el pasado sábado, la plaza de España de Las Rozas acoge el busto que la ciudad de Las Rozas ha dedicado al desaparecido Padre Carlos, sacerdote y fraile dominico fundador del Club 70. Al emotivo acto de inauguración de la escultura asistió el alcalde de Las Rozas, José de la Uz, acompañado de miembros de la Corporación municipal, familiares y amigos del religioso. El Padre Carlos fue nombrado Hijo Adoptivo del municipio por sus méritos y contribución a la vida cultural, deportiva y social de la ciudad en 2018.
Tras el descubrimiento del busto, obra del escultor Juan Up, que también asistió al homenaje, tuvo lugar una ofrenda floral por parte de Juan Manuel Roda, amigo del Padre Carlos. Además de guardar un minuto de silencio en su memoria, representantes de Club 70 impusieron al busto un pañuelo de la Peña de la que fue fundador, un momento muy emotivo, tras el cual le dedicaron unas palabras representantes de la familia y amigos. Así como el alcalde, José de la Uz, que quiso resaltar “los valores que representaba el Padre Carlos, tales como el deporte, la vida sana, el respeto y su amor por Las Rozas, valores que siguen hoy vigentes en nuestra ciudad”.
Para finalizar el acto de inauguración del busto, De la Uz hizo entrega a la familia del título de Hijo Adoptivo de Las Rozas, un reconocimiento que se concedió el pasado año a Carlos Juárez Setién con la unanimidad de todos los grupos municipales, y que quiere poner en valor su entrega incondicional a los vecinos y su trabajo en beneficio y honor al municipio.
EL PADRE CARLOS EN LAS ROZAS
En vida del religioso, en octubre de 2017, tuvo lugar un homenaje del Ayuntamiento en el campo de futbol ubicado en el barrio de El Abajón, al que el Consistorio le impuso el nombre del Padre Carlos Juárez Setién.
El padre Carlos llegó al municipio de Las Rozas en el año 1969 y desde su llegada fue promotor de múltiples actividades culturales y deportivas que comenzaron a llevarse a cabo en el municipio. En los años 70 fundó la asociación cultural Club 70, un referente de la vida social de Las Rozas; dirigió con éxito y plena dedicación una compañía teatral, promovió numerosas actividades culturales, como la Gymkana humorística, que persiste en la actualidad; promovió la creación de la revista Club 70, de contenido histórico-cultural y que ha servido para despertar muchas vocaciones periodísticas en la localidad, y también creó y entrenó al primer equipo de fútbol infantil, así como un equipo femenino.