Las Rozas, una de las ciudades más importantes de la Comunidad de Madrid y de España, puntera en innovación y sostenibilidad, que presume de ofrecer un alto nivel de vida, a veces nos sorprende con temas como éste: ¿Por qué no ha llegado al municipio el contenedor marrón para residuos orgánicos?
La ciudad de Madrid los incorporó hace ya mucho tiempo, ha realizado importantes campañas de concienciación y educación al ciudadano y se ha posicionado un paso por delante de Las Rozas.
En este contenedor marrón se depositan los residuos orgánicos. Básicamente, los que están compuestos de materia biodegradable, como restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, otros restos de comida, posos de café e infusiones, papel de cocina sucio, servilletas de papel usadas y pequeños restos de jardinería.
Existen los negacionistas de la basura: «Yo no reciclo porque luego lo echan todo al mismo contenedor». Afortunadamente, cada vez son menos; también están los que se excusan en el tamaño de la vivienda: «¿Dónde meto yo tanta papelera?». Amigo, existen papeleras con diferentes compartimentos, algunas en horizontal y otras apiladas en vertical; y, por supuesto, también los hay que ni se lo plantean, que no piensan en el planeta, en el cambio climático, en la contaminación…
Pero la mayoría de roceños no son así. Queremos y debemos reciclar, y el Ayuntamiento nos lo debe poner fácil. Por eso, aplaudimos desde aquí la moción que presentó Unidas por Las Rozas en el último Pleno, que planteaba la elaboración de una Guía Informativa y de sensibilización para una correcta separación de residuos en el ámbito doméstico, comercial, industrial y educativo.
El siguiente paso debe ser la llegada del contenedor marrón, el de recogida de residuos orgánicos.