11.3 C
Las Rozas de Madrid
/ 21 noviembre 2024

Arantza Elorduy: «Abrir ‘A Flor de Piel’ me permitió descubrir mi gran pasión»

Arantza Elorduy: «Abrir ‘A Flor de Piel’ me permitió descubrir mi gran pasión»

Arantza Elorduy es la dueña de ‘A Flor de Piel’, la primera floristería del parque empresarial de Las Rozas. Ha decorado innumerables bodas y restaurantes, y tras el éxito de su negocio, está en plena transformación y mudanza de local. Hoy nos viene a contar sobre las dificultades de abrir su negocio, así como descubrir tu pasión y hacer de ello tu profesión.

¿Cuál es la historia del negocio?

Abrimos A Flor de Piel el 5 mayo 2017, y, anécdota interesante, 2 días antes el día de la madre. Cabe decir que no nos habíamos enfrentado jamás a este tipo de negocio, y el día que abrimos ya había una cola de 40 personas. Otra cosa para tener en cuenta: yo no sabía hacer bien un ramo todavía. Con mucho trabajo, conseguimos cerrar la puerta al final del día con todo vendido. La tienda se quedó vacía.

Soy completamente autodidacta en todos los sentidos, y en cuanto vi que había tirón empecé a aprender. Esto lo conseguí siguiendo a grandes floristas, viendo infinitos videos de creación de ramos, leyendo y estudiando… Es importante decir que no ha sido un proceso fácil y rápido, y he roto flores a montones.

Al final, no sólo he conseguido manejar este arte, sino que he conseguido encontrar mi estilo personal, y mi pasión. Abrir el negocio me permitió familiarizarme con el arte y descubrir lo que me gusta: las flores, la decoración, hacer bodas… Tengo toda la experiencia necesaria para trabajar en cualquier floristería, gracias a que he llevado este negocio yo sola durante 4 años.

¿De dónde viene el nombre ‘A Flor de Piel’?

Antes de decidirnos por ‘A Flor de Piel’, íbamos a ser ‘Las Locas de las Flores’. Sin embargo, aunque nos encantaba en nombre, existía el peligro de ser reconocida en Las Rozas como ‘la loca de las flores’.

Hicimos por lo tanto un brainstorming para buscar un nuevo nombre, y en esa lluvia de ideas alguien dijo: “Bueno, pues vosotras que trabajáis muy a flor de piel…” y en ese momento supimos que habíamos encontrado el nombre perfecto.

¿De dónde salió la idea o inspiración para abrir el negocio?

En el pasado, yo había trabajado en una empresa de cómputo desde los 18 años, completamente diferente a mi negocio actual. Cuando me di cuenta de que aquello no era lo mío y que no me llenaba, se lo dije a mi madre. Buscando abrir un negocio más artístico, empezamos a pensar, y nos dimos cuenta de que lo que faltaba en Las Rozas era una floristería.

Como también había trabajado en algunas tiendas de decoración, y soy muy creativa, decidimos probar. En un impulso de entusiasmo y adrenalina, nos lanzamos a abrir un negocio: conseguimos un préstamo del banco, proveedores, todos los detalles y decidimos lanzarnos.

¿Qué servicios ofrecéis?

Lo que yo más disfruto, y en lo que nos especializamos, es la decoración de bodas. Ofrecemos un servicio muy personalizado. Hacemos ramos de novias, decoramos la finca y las mesas, y en general todo lo relacionado con la decoración floral. Por ejemplo, en uno de nuestros proyectos más interesantes, decoramos un árbol con jaulas, luces y flores, del cual estoy muy orgullosa.

No hay cosa que disfrute más que unos novios que acudan a mí, con deseos de que les ayude a decorar su boda, pero sin ideas claras todavía sobre qué hacer. Así, tengo un trabajo más interesante, con un intenso proceso creativo y en colaboración estrecha con los novios. Muchos de estos encargos me llegan desde bodas.net, donde incluso hemos ganado un premio.

También colaboramos con empresas, sobre todo restaurantes. En Las Rozas, hemos decorado el Nakama Sushi Bar, el Goiko, ambos Kioskos, y muchos más. También hemos decorado restaurantes en Madrid, como Superchulo, Piri Piri …

¿Cuáles son los productos más populares entre los clientes?

Ahora mismo están muy de moda las flores preservadas. Sin embargo, precisamente por su popularidad, las grandes superficies se han hecho con unas grandes cantidades de producción que dificultan a los pequeños negocios el proponer lo mismo. Por esto, y porque a mí también me gusta mucho más, suevo llevar a mis clientes más a lo natural, aunque no dure lo mismo.

¿Cuáles son tus productos favoritos?

A mí personalmente, lo que me gusta es que me manden encargos con alto grado de libertad creativa. Por ejemplo, una persona que me diga: «Arantza, necesito un ramo, para un cumpleaños. Haz lo que quieras.» Tengo total creatividad, y de esa manera, todo fluye. Desde la creación del ramo, hasta la reacción del cliente.

Este tipo de encargos son los que terminan prefiriendo tanto los clientes como yo misma: los ramos terminan siendo mucho mejores, de mejor calidad y los clientes están más satisfechos.

¿Cómo ha sido llevar el negocio en tiempos de pandemia?

En una palabra, estresante. Se puede decir que he visto la pandemia desde otro punto de vista. Ya que estaba permitida la venta online, yo estaba trabajando todos los días en mi local por encargo. Y, aunque parezca raro, mis ventas se dispararon. Como la gente no podía salir, hacer fiestas, o acudir a cumpleaños, enviar ramos a tus familiares y seres queridos se convirtió en una nueva y fácil manera de expresar cariño o celebrar en eventos como cumpleaños, o el día de la madre. Por eso fue tan estresante: mis pedidos alcanzaron récords y estuve ocupadísima.

¿Cómo es el proceso de selección de los productos y creación de los ramos de ‘A flor de piel’?

A la hora de pedir las flores que voy a utilizar, siempre hay un cierto tipo de flor más básico que me veo obligada a tener en la tienda para atender a los clientes. Sin embargo, en cada temporada voy pidiendo también tipos de flores distintas que me gustan más, y para los pedidos más precisos…  

Por ejemplo, yo suelo tener unas flores de colores más pastel porque es con lo que a mi más me gusta trabajar, pero si un cliente quiere colores más vivos, tendré que comprarlos. Así, tengo unos básicos constantemente, y luego pido lo que necesite según la ocasión.

Hay que tener en cuenta también, que, si bien la mayoría de las flores están todo el año, y se pueden pedir in problema, las hay algunas, como la peonía, que son de temporada, y sólo están en primavera, antes de que entre el calor. Por lo tanto, mis pedidos también van por temporada.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos u objetivos?

Quiero darle un nuevo enfoque a la tienda, más dirigido hacia la creación de ramos bajo pedido. Así que estamos haciendo muchos cambios.

Ahora mismo, nos estamos mudando a un nuevo local, el 12 de la calle Camilo José Cela: nos fusionamos con Publitiendas, negocio que lleva mi madre. De forma que la primera planta sería una papelería/librería, y la segunda de floristería y decoración. Utilizaremos el nombre en común ‘Hoja y Papel’, aunque mi sección seguirá llamándose ‘A flor de piel’. A continuación, tengo varios planes en ese nuevo local:

Queremos expandir nuestro negocio a Ecommerce. Seguirá siendo una tienda en la que se podrán comprar los productos preparados in situ, así como entrar a mirar. La preparación de ramos más elaborados, sin embargo, se harán por pedido, porque no estaré yo disponible durante todo el horario comercial en la tienda. Por eso, estamos ampliando a la página web, y ahora trabajamos también con Glovo. También trabajamos por entrega en toda la zona noroeste: Las Rozas, Majadahonda, Pozuelo, Boadilla…

También pienso inaugurar unos talleres de floristería y creación de ramos para niños, que empezarán en septiembre. Finalmente, tengo un gran proyecto en mente que llevo preparando mucho tiempo. No lo puedo revelar todavía, pero puedo decir que se va a tratar del proyecto de mi vida y que estoy entusiasmada. Podéis anticiparlo.

Arantza Elorduy es la dueña de ‘A Flor de Piel’, la primera floristería del parque empresarial de Las Rozas. Ha decorado innumerables bodas y restaurantes, y tras el éxito de su negocio, está en plena transformación y mudanza de local. Hoy nos viene a contar sobre las dificultades de abrir su negocio, así como descubrir tu pasión y hacer de ello tu profesión.

¿Cuál es la historia del negocio?

Abrimos A Flor de Piel el 5 mayo 2017, y, anécdota interesante, 2 días antes el día de la madre. Cabe decir que no nos habíamos enfrentado jamás a este tipo de negocio, y el día que abrimos ya había una cola de 40 personas. Otra cosa para tener en cuenta: yo no sabía hacer bien un ramo todavía. Con mucho trabajo, conseguimos cerrar la puerta al final del día con todo vendido. La tienda se quedó vacía.

Soy completamente autodidacta en todos los sentidos, y en cuanto vi que había tirón empecé a aprender. Esto lo conseguí siguiendo a grandes floristas, viendo infinitos videos de creación de ramos, leyendo y estudiando… Es importante decir que no ha sido un proceso fácil y rápido, y he roto flores a montones.

Al final, no sólo he conseguido manejar este arte, sino que he conseguido encontrar mi estilo personal, y mi pasión. Abrir el negocio me permitió familiarizarme con el arte y descubrir lo que me gusta: las flores, la decoración, hacer bodas… Tengo toda la experiencia necesaria para trabajar en cualquier floristería, gracias a que he llevado este negocio yo sola durante 4 años.

¿De dónde viene el nombre ‘A Flor de Piel’?

Antes de decidirnos por ‘A Flor de Piel’, íbamos a ser ‘Las Locas de las Flores’. Sin embargo, aunque nos encantaba en nombre, existía el peligro de ser reconocida en Las Rozas como ‘la loca de las flores’.

Hicimos por lo tanto un brainstorming para buscar un nuevo nombre, y en esa lluvia de ideas alguien dijo: “Bueno, pues vosotras que trabajáis muy a flor de piel…” y en ese momento supimos que habíamos encontrado el nombre perfecto.

¿De dónde salió la idea o inspiración para abrir el negocio?

En el pasado, yo había trabajado en una empresa de cómputo desde los 18 años, completamente diferente a mi negocio actual. Cuando me di cuenta de que aquello no era lo mío y que no me llenaba, se lo dije a mi madre. Buscando abrir un negocio más artístico, empezamos a pensar, y nos dimos cuenta de que lo que faltaba en Las Rozas era una floristería.

Como también había trabajado en algunas tiendas de decoración, y soy muy creativa, decidimos probar. En un impulso de entusiasmo y adrenalina, nos lanzamos a abrir un negocio: conseguimos un préstamo del banco, proveedores, todos los detalles y decidimos lanzarnos.

¿Qué servicios ofrecéis?

Lo que yo más disfruto, y en lo que nos especializamos, es la decoración de bodas. Ofrecemos un servicio muy personalizado. Hacemos ramos de novias, decoramos la finca y las mesas, y en general todo lo relacionado con la decoración floral. Por ejemplo, en uno de nuestros proyectos más interesantes, decoramos un árbol con jaulas, luces y flores, del cual estoy muy orgullosa.

No hay cosa que disfrute más que unos novios que acudan a mí, con deseos de que les ayude a decorar su boda, pero sin ideas claras todavía sobre qué hacer. Así, tengo un trabajo más interesante, con un intenso proceso creativo y en colaboración estrecha con los novios. Muchos de estos encargos me llegan desde bodas.net, donde incluso hemos ganado un premio.

También colaboramos con empresas, sobre todo restaurantes. En Las Rozas, hemos decorado el Nakama Sushi Bar, el Goiko, ambos Kioskos, y muchos más. También hemos decorado restaurantes en Madrid, como Superchulo, Piri Piri …

¿Cuáles son los productos más populares entre los clientes?

Ahora mismo están muy de moda las flores preservadas. Sin embargo, precisamente por su popularidad, las grandes superficies se han hecho con unas grandes cantidades de producción que dificultan a los pequeños negocios el proponer lo mismo. Por esto, y porque a mí también me gusta mucho más, suevo llevar a mis clientes más a lo natural, aunque no dure lo mismo.

¿Cuáles son tus productos favoritos?

A mí personalmente, lo que me gusta es que me manden encargos con alto grado de libertad creativa. Por ejemplo, una persona que me diga: «Arantza, necesito un ramo, para un cumpleaños. Haz lo que quieras.» Tengo total creatividad, y de esa manera, todo fluye. Desde la creación del ramo, hasta la reacción del cliente.

Este tipo de encargos son los que terminan prefiriendo tanto los clientes como yo misma: los ramos terminan siendo mucho mejores, de mejor calidad y los clientes están más satisfechos.

¿Cómo ha sido llevar el negocio en tiempos de pandemia?

En una palabra, estresante. Se puede decir que he visto la pandemia desde otro punto de vista. Ya que estaba permitida la venta online, yo estaba trabajando todos los días en mi local por encargo. Y, aunque parezca raro, mis ventas se dispararon. Como la gente no podía salir, hacer fiestas, o acudir a cumpleaños, enviar ramos a tus familiares y seres queridos se convirtió en una nueva y fácil manera de expresar cariño o celebrar en eventos como cumpleaños, o el día de la madre. Por eso fue tan estresante: mis pedidos alcanzaron récords y estuve ocupadísima.

¿Cómo es el proceso de selección de los productos y creación de los ramos de ‘A flor de piel’?

A la hora de pedir las flores que voy a utilizar, siempre hay un cierto tipo de flor más básico que me veo obligada a tener en la tienda para atender a los clientes. Sin embargo, en cada temporada voy pidiendo también tipos de flores distintas que me gustan más, y para los pedidos más precisos…  

Por ejemplo, yo suelo tener unas flores de colores más pastel porque es con lo que a mi más me gusta trabajar, pero si un cliente quiere colores más vivos, tendré que comprarlos. Así, tengo unos básicos constantemente, y luego pido lo que necesite según la ocasión.

Hay que tener en cuenta también, que, si bien la mayoría de las flores están todo el año, y se pueden pedir in problema, las hay algunas, como la peonía, que son de temporada, y sólo están en primavera, antes de que entre el calor. Por lo tanto, mis pedidos también van por temporada.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos u objetivos?

Quiero darle un nuevo enfoque a la tienda, más dirigido hacia la creación de ramos bajo pedido. Así que estamos haciendo muchos cambios.

Ahora mismo, nos estamos mudando a un nuevo local, el 12 de la calle Camilo José Cela: nos fusionamos con Publitiendas, negocio que lleva mi madre. De forma que la primera planta sería una papelería/librería, y la segunda de floristería y decoración. Utilizaremos el nombre en común ‘Hoja y Papel’, aunque mi sección seguirá llamándose ‘A flor de piel’. A continuación, tengo varios planes en ese nuevo local:

Queremos expandir nuestro negocio a Ecommerce. Seguirá siendo una tienda en la que se podrán comprar los productos preparados in situ, así como entrar a mirar. La preparación de ramos más elaborados, sin embargo, se harán por pedido, porque no estaré yo disponible durante todo el horario comercial en la tienda. Por eso, estamos ampliando a la página web, y ahora trabajamos también con Glovo. También trabajamos por entrega en toda la zona noroeste: Las Rozas, Majadahonda, Pozuelo, Boadilla…

También pienso inaugurar unos talleres de floristería y creación de ramos para niños, que empezarán en septiembre. Finalmente, tengo un gran proyecto en mente que llevo preparando mucho tiempo. No lo puedo revelar todavía, pero puedo decir que se va a tratar del proyecto de mi vida y que estoy entusiasmada. Podéis anticiparlo.

LO MÁS LEÍDO

COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

LO MÁS LEÍDO

AHORA EN PORTADA

REPORTAJES Y ENTREVISTAS

REPORTAJES Y ENTREVISTAS